viernes, 22 de febrero de 2013

Constanza Bacca: “Hay una irregularidad, entiendo las razones de las Abuelas, de la familia biológica”

Una nueva  audiencia del juicio por la apropiación del hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola se realizó esta mañana en los Tribules de Comodoro Py. El TOF Nº 4 tomó testimonio a Constanza Bacca, la hija de los imputados José Bacca y Cristina Miriñelarena, y al hijo de la imputada Inés Lugones y del represor fallecido Guillermo Minicucci, Clemente Minicucci. También estaba prevista la declaración de Graciela Larrosa, amiga en común de Miriñelarena y Lugones, pero por otros compromisos de la testigo, esa declaración pospuesta para el 5 de marzo.
La primera en dar testimonio fue Constanza Bacca. La defensa quiso saber cómo le explicaron sus padres la llegada de Hilario. Hilario es el nombre que la familia Bacca puso al hijo de Liliana y Eduardo cuando lo inscribió como hijo propio, hecho que se encuentra juzgando en este juicio, luego de confirmar la verdadera identidad del joven a través de estudios de ADN. “Me explicaron que era un bebe sin papás, por eso estaba con nosotros. En ese momento creí que era jesusito, con el paso del tiempo pregunté, pero mucha información no había”, comenzó. Y continuó describiendo la relación de quienes oficiaron como padrinos de Hilario, el matrimonio constituido por Lugones y Minicucci: “con Minicucci teníamos poco trato”, aseguró. “Cuando nos enteramos que Minicucci era semejante delincuente dijimos ‘acá hay algo que seguramente no está bien”. Habló de lo que le significó ser madre: “Resignifica cosas, cómo recibir un bebé y no preguntar, pero bueno, está el amor... Mis viejos son dos personas de bien. Hubieran sido incapaces de cometer un delito. Ellos no hubieran querido quedar involucrados. Es horrible. Hay una irregularidad, entiendo las razones de las Abuelas, de la familia biológica, Hilario necesita tener una vida y que cerremos esto”. La fiscalía también quiso saber cómo recordaba la llegada de Hilario. “Llegó a través de Inés, estaba en un moisés. Era un bebé huérfano y que necesitaba ser adoptado. Lo que sé es lo que relataron mis padres”.
A continuación el Tribunal inquirió:
-Se preguntaban de dónde podría haber sacado la señora Lugones ese bebé.
- No, al principio no, nunca pensamos mal, de un hospital, de un orfanato… Después con lo que se supo de Minicucci. Pero yo sigo preguntándome, a dónde hubiera ido a parar, era un bebé que no tenía papás.
Por su parte la querella preguntó si sabían si Lugones tenía algún contacto con lugares de menores, hospitales, casas cunas, como para poder conseguir un niño sin mediación de un juzgado. A lo que Constanza Bacca respondió que no. También destacó la negativa de Hilario a conocer su verdadera identidad y la intención de Bacca y Marileñarena de que lo hiciera: “Mi papá buscó acercarse a alguien, no me acuerdo a quién, no venimos de renombrados apellidos, pero era difícil saber cómo buscar ayuda. Hilario no quería”. En su declaración, el hijo de Liliana Pereyra y  Eduardo Cagnola, también se refirió al temor que le producía conocer la verdad: “Más grande, cuando empecé a estudiar historia argentina tuvimos conversaciones en las que tratábamos que podía ser hijo de desaparecidos. Pero yo no quería buscar, tenía miedo que me dejaran de querer si me ponía a buscar mi identidad”. Constanza Bacca aseguró en todo momento desconocer el origen de Hilario, pero describió que al salir a la luz que Guillermo Minicucci era un represor algo cambió en su familia: “Cuando fui creciendo me di cuenta de que había miedo, incertidumbre, que se habían dado cuenta que algo no estaba bien, que había un bebé y probablemente una familia que lo estaba buscando”.
Luego fue el turno de Clemente Minicucci. La defensa de su madre quiso saber cómo era la relación de sus padres, entonces describió: “Recuerdo  que se separaron en el 83, 84, la relación no fue buena, era muy complicada. En la época que vivíamos en Buenos Aires había muchas discusiones. Mi papá era militar y tenía esa característica autoritaria, era difícil la relación”. Sobre la profesión de su padre dijo sólo saber que era militar y que se enteró de las tareas concretas que hacía: “como todos”. Luego la defensa se concentró en la relación de los dos matrimonios Bacca-Minicucci: “Conozco al matrimonio Bacca Mariñelarena, eran muy buenos amigos de mi familia. Nos venían a visitar a Buenos Aires. Después fuimos a Chajarí y nos fueron a visitar, eran fluidas las visitas. La relación se mantuvo hasta que se separaron mis padres, ellos después también se separaron. Hasta el año 86 la relación era fluida. Yo tenía 20 años”, contó y describió: “Eran amigos, íntimos”. De esa manera trató de contradecir los testimonios de la familia Bacca-Mariñelarena, en los que se buscó mostrar cierta lejanía entre ambas parejas.
Clemente Minicucci ofreció mostrar fotos de aquellas épocas en las que las familias compartían situaciones: “Esa es en Paraná, esa en lo de Cristina, esa en Mar del Plata”, fue describiendo. Y así concluyó su declaración. La defensa de Lugones solicitó entonces que Constanza Bacca volviera al recinto para reconocer a las personas y lugares de las fotos. Lo hizo coincidiendo con las descripciones de Clemente Minicucci.
Con la exhibición concluyó la audiencia, que se reanudará el 1º de marzo con los testimonios incorporados por video del juicio por el Plan sistemático de Apropiación de Menores y con el testimonio de la integrante de H.I.J.O.S, Cecilia Cesaroni, quien fue señalada por el hijo de Liliana y Eduardo como la primera persona que se le acercó con la información de que podría ser hijo de desaparecidos.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Después de leer condena a genocidas me interesé por este artículo. Siento un profundo agradecimiento a quienes luchan a través de tantos años, por llegar a la verdad.

    ResponderEliminar