La defensa
de Cristina Gloria Mariñelarena y José Ernesto Bacca
presentó hoy su alegato, en el juicio que se los acusa por la apropiación del
hijo de Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, restituido en septiembre de 2008. En
este proceso también está imputada Inés Lugones, ex mujer del represor fallecido,
Guillermo Minicucci, a quien se la acusa de haber entregado al hijo de la pareja
desaparecida. La defensa oficial de Lugones presentará su alegato el 22 de
marzo, a partir de las 10, en la sala B de audiencias de los Tribunales de
Comodoro Py, donde se está llevando adelante este debate.
El abogado de Bacca y Mariñelarena, Miguel Ángel Pierri, se mostró sorprendido porque
tanto la fiscalía como la querella calificaron en sus alegatos, los hechos como
delitos de lesa humanidad. Es que, como es sabido, la apropiación de niños por
razones políticas está inscripta dentro de estos delitos, ya que de lo contrario
el delito habría prescripto. Son justamente estos cargos los que la querella y
la fiscalía intentan probar.
Otro de los
ejes del alegato sostuvo que los imputados desconocían lo que ocurría
en Argentina durante la última dictadura. “Hago propio el relato escuchado en
este proceso. Hoy se sabe que quienes habrían actuado en la sustracción de Hilario
podrían haber sido Héctor Febres, Guillermo Minicucci, o Pedro Bolita. Pero por entonces la
mayoría de la sociedad no tenía idea de lo que ocurría en el país y entre ellos
puedo decir que se encontraban mis defendidos”.
Luego hizo referencia a cómo la reconstrucción durante el juicio del robo del hijo de Liliana y Eduardo: “¿Cómo
arribó Hilario o Federico a la casa de los Bacca?”, se preguntó Pierri. “Puede haber sido Febres, Bolita, Minicucci, o Lugones los que los entregaron. Pero cualquiera de los cuatro actores conocían la situación. Por eso, fuera
quien fuese, puedo decir que Lugones tenía conocimiento cabal de la procedencia
del bebé”, aseveró y detalló: “Minicucci tenía un alto rango, me permito pensar
que era casi imposible que Inés Lugones no supiera sobre el trabajo de su
esposo”.
Por otro
lado, Pierri también minimizó la amistad -descripta durante el debate por varios
de los testigos- entre los matrimonios de Bacca y Mariñelarena y el de Inés Lugones y
Guillermo Minicucci. Cristina Mariñelarena e Inés Lugones se conocían desde la
niñez: “Pero la amistad no suponía que supiera lo que ocurría”.
Según
Pierri, las reuniones entre ambas parejas eran espaciadas, a pesar de que los
hijos de ambos matrimonios recordaron en el debate el tiempo compartido durante su
infancia: “Los encuentros eran esporádicos, de mediados de 1977 a principios de 1979, de
hecho en el debate se registraron sólo seis encuentros. Aquí se ha querido
establecer una relación con Minicucci porque fue elegido padrino de bautismo”,
expresó, pero dio a entender que la decisión fue casual, ya que habían tratado
de bautizarlo antes. Luego de aquel intento, según Mariñelarena, Lugones le habría ofrecido a Cristina se la madrina y como su marido era Minicucci: "no había manera de que Minicucci no
fueran el padrino".
Pierri
insistió con el desconocimiento de sus clientes sobre las atrocidades que
cometía el terrorismo de Estado: “Qué le podemos imputar a mis defendidos, que no fueron valientes y se enfrentaron a la
dictadura”. Luego arribó la democracia, y sus clientes, aunque plantearon haber alentado a Hilario a buscar sus orígenes, nunca se acercaron a Abuelas de Plaza de Mayo. En el mismo sentido,
planteó: “Si el propio hijo de Minicucci se enteró de lo que hacía su padre por
lo diarios, por qué a mis clientes no les podría haber ocurrido lo mismo”. Sin
embargo, cuando el alegato giró en torno a las dificultades que encontraban los
imputados para buscar a la familia de Hilario en democracia,, dando como ejemplo los indultos del ex presidente Carlos Menem, por la inestabilidad Pierri recordó:
“Cristina dejó en claro en su testimonio que por su formación no se interesaba
en política, pero Bacca sí. Tuvo participación gremial e incluso fue detenido en
una oportunidad”.
El abogado
defensor también destacó que los acusados eran civiles y que no se fugaron como
Samuel Miara. “Ellos no se fueron, están aquí. Han venido a cada audiencia”.
Otro de los ejes del alegato, como el de la mayoría de los testimonios de la defensa, fue delegar la
responsabilidad de la búsqueda sobre la verdad de su identidad en Hilario.
“Ellos siempre le dijeron que era hijo del corazón, nunca lo ocultaron” y
agregó: “No es responsabilidad de los Bacca el tiempo que pasó y tampoco el
tiempo que tardó el Estado en el tratamiento de estos temas. Es una injusticia
que se les pida declarar por estas conductas (la inscripción de un niño ajeno
como propio) como delitos de lesa humanidad”.
Por último,
Pierri destacó: “Debe sumarse al desconocimiento que mis clientes tenían del
origen de Hilario, que fueron ellos quienes lo impulsaron a Hilario a que
buscara su verdadera identidad. (…) pero Hilario es un joven que toma sus
propias decisiones”. Luego reconoció que sus defendidos se acercaron a Abuelas
por sugerencia suya, en 2008. Cabe recordar que ese encuentro fue luego de que
la justicia confirmara a través de un estudio de ADN, que Hilario Bacca era en verdad Federico Pereyra
Cagnola.
Por último
Pierri destacó: “Jamás mis clientes ocultaron que Hilario fuera ´adoptado´, fue un error”.
Creo que es momento de "Hacerse Cargo".
ResponderEliminarAbuelas se hace cargo que buscó (y sigue buscando) a sus nietos durante 30 o 35 años.
La Justicia deberá hacerse cargo de su "lentitud" (que nos afecta a todos).
Y los "padres adoptivos" es momento que se hagan cargo de su participación y su responsabilidad para llegar a esta instancia. Sería mucho más sano (Y sobre todo -en este caso- para la salud mental de Hilario) que manifestaran su sincero arrepentimiento. Porque seguramente de Hilario van a recibir "Perdón" (Que sería lo más importante). Porque lo hecho, hecho está. De otra manera sería luchar contra los molinos de viento. O defender lo indefendible. Nunca es tarde para arrepentirse y pedir perdón.
Juan
por favor cuiden de Hilario-Federico es quien mas sufre esta situacion; piensen en el "todos" y permitanle hablar y ser escuchado
ResponderEliminarSi Dios no perdonara, el mundo no existiría. Por Hilario que así sea.
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