El martes 19 de
febrero se reanudaron las audiencias del juicio por la apropiación del hijo de
Liliana Pereyra y Eduardo Cagnola, con las declaraciones de María Belén
Rodríguez Cardoso, directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y con
el testimonio del oficial Héctor González, jefe del operativo en el que se
recabaron las muestras de ADN para determinar que Hilario Bacca es el hijo de
la pareja desaparecida en Mar del Plata el 5 de octubre de 1977.
El Tribunal N°4, integrado por los
doctores Néstor Guillermo Costabel, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, está
juzgando a los apropiadores José Ernesto Bacca y Cristina Gloria Mariñelarena,
y a la mujer que habría actuado como entregadora, Inés Graciela Lugones, por el delito de apropiación. El martes
comenzó tomando testimonio a Rodríguez Cardozo: “Hace diecinueve años que
trabajo en el Banco y hace siete que estoy como coordinadora y directora. En
estos años he participado al menos de veinte, veintidós pericias, de las cuales
doce o trece fueron por allanamiento”, le respondió a la querella.
Luego explicó con minuciosidad cómo se realizan las pericias
genéticas desde que se toman las muestras hasta que se procesan para logra dar
con el perfil genético de algún familiar de desaparecidos o no. También explicó
las medidas que utilizan en el Banco y los organismos a los que pertenecen para
garantizar el control de calidad de esta labor. “Nosotros pertenecemos, entre
otros, al grupo portugués de genética forense”, precisó. A continuación la
querella quiso saber si recordaba el operativo en el que se obtuvieron las muestras
para determinar la identidad biológica del hijo de Liliana y Eduardo: “Nos
atendió una mujer, estaban muy nerviosos. Nosotros tratamos de explicarles de
qué se trataba la medida, le leímos una y otra vez el oficio enviado por el
juez”. Luego describió cómo se realizó el allanamiento: “los oficiales tenían
un croquis y con él nos dirigimos al baño, de donde tomamos un cepillo de
dientes y una maquinita de afeitar y luego fuimos al cuarto, de donde tomamos
ropa íntima y un par de medias. En cada lugar íbamos acompañados de Hilario y
los testigos. Al finalizar guardamos las muestras y labramos un acta que
firmaron todos los presentes a excepción de Hilario y la señora. Él repetía, ‘esto
yo no lo decidí’ ”.
A continuación declaró Héctor Gabriel González, quien estuvo a cargo
del operativo. El oficial explicó que él ha participado, al menos seis, de
estas medidas judiciales y que en esa época estaba destinado a dirigir los
allanamientos porque ya contaba con cierta experiencia de cómo manejarse, cómo
resguardar el material genético y custodiarlo. Cuando la fiscalía quiso saber
si en el operativo se utilizaron armas largas, el oficial aseguró que no. “En
esas medidas vamos vestidos de civil con las armar reglamentarias guardadas,
pero no fue necesario exhibirlas”, señaló. González afirmó que a pesar del
malestar de los moradores, el trabajo se realizó sin tener que hacer uso de la
fuerza. El oficial también describió la jornada de trabajo con precisión:
“Primero coordinamos con la directora del Banco, y la pasamos a buscar antes de
ir al domicilio donde debíamos realizar el allanamiento. Antes de llegar al
domicilio tomamos dos testigos de la vía pública y luego entramos al edificio.
La señora abrió la puerta y el chico estaba nervioso, pero después vino un
policía que hablo con él y se tranquilizó”. Luego explicó que además del acta
firmada en el departamento también se labró otra que se firmó al llegar al
hospital Durand.
El tribunal llamó a cuarto intermedio hasta el
próximo viernes 22 de febrero.
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